lunes, 28 de septiembre de 2015

SESION SEIS: EJES TRANSVERSALES

Del capítulo 3, del texto de Díaz-Barriga, Ángel, Coord. (2013). La investigación curricular en México 2002-2011, ANUIES, cuyo titulo es INNOVACIONES CURRICULARES, se integra un resumen del apartado EJES TRANSVERSALES.


LOS EJES TRANSVERSALES EN EL CURRICULO
“Si la historia fuese un continuo de tiempo sin variantes ni mudanzas, probablemente el hombre continuaría viviendo en las cavernas”.
Daniel Llano

Con la idea de Llano sobre la continuidad en el tiempo, podemos hablar de transversalidad, un moderno concepto para referirse en el contexto del curriculum de nuestros tiempos. Quizá se haga familiar el término, pues se utiliza muy a menudo en los centros escolares o en reuniones con los compañeros docentes, y no falta quien quiera proponer algún trabajo en equipo que tenga que ver con la transversalidad.

¿Pero todos en algún momento habremos ya experimentado la transversalidad que propone el curriculum?

Para tener un acercamiento con la parte teórica que fundamenta la existencia de esta temática, retomo el eje sobre la transversalidad en el currículo de la producción titulada “La investigación curricular en México 2002-2011”, de Ángel Díaz-Barriga, quien asume que los ejes transversales para las instituciones educativas representan una opción educativa de manera paralela a los conocimientos, actitudes y valores que complementan el plan de estudios.

Considera que los ejes transversales “son una alternativa para disminuir la carga excesiva de contenidos en los planes de estudio y son una forma de vincular al currículo con campos del conocimiento y competencias que pretende estén presentes a lo largo del proceso de formación educativa de los estudiantes” (Díaz-Barriga, 2013:165). Esta afirmación se contrapone con lo experimentado de forma directa en la práctica docente, ya que no se visualiza la disminución de la carga a la que se refiere, sino que el trabajo en ocasiones es sumado a lo ya planeado.

Sin embargo, el concepto se sigue manejando como parte de la terminología innovadora y aunque su uso es reciente, no es así en la práctica cotidiana, como lo ejemplifica Díaz-Barriga en el caso de la educación humanista de los Jesuitas, quienes en sus centros educativos comunitarios desarrollan a la par procesos productivos o de emprendedores, sin que hayan tenido que darle nombre a tal acción.

Me llama la atención que la búsqueda de información que hace Díaz-Barriga sobre ejes transversales en nuestro país, abarca un periodo de 10 años (2002-2012) y solo 21 documentos entre libros, revistas, tesis, etc, se encontraron; 4 de ellos son libros, una tesis de maestría, los demás son artículos de revistas,  documentos institucionales y ponencias, de los cuales 3 se refieren al nivel básico, 3 al nivel medio superior y 10 al nivel superior y los 5 restantes al parecer pueden ser de cualquier nivel y es el año 2009, cuando se ubica el mayor número de estas publicaciones, que coincide justamente con la reforma educativa a todo esplendor.

LOS EJES TRANSVERSALES EN LOS DIFERENTES NIVELES EDUCATIVOS.
Educación Básica (preescolar, primaria y secundaria).

De los 3 materiales existentes, uno es de Aguilar (2008) y dos pertenecen a la SEP (2010 y 2011). La Secretaria de Educación Pública en ellos establece “un programa de renovación curricular y pedagógica, en el que se llevan a cabo tres acciones: la implementación del nuevo currículo de la educación preescolar (PEP), en el año 2004, el establecimiento de la Reforma a la Educación Secundaria en el 2006 y la renovación del currículo de primaria en el año 2009, de esta manera se articula la Reforma Integral de la Educación Básica 2009 (RIEB)” (Díaz-Barriga, 2013:167).

Con éstas reformas, “los campos formativos y asignaturas del mapa curricular de la educación básica contienen un currículo transversal con propósitos de enseñanza comunes para la atención de problemas del mundo y de la vida, así como una serie de valores como el aprecio por la democracia, los derechos humanos, la equidad de género, la igualdad en la ciudadanía, el respeto por la pluralidad y la diversidad, el cuidado del ambiente, el cuidado de uno mismo” (Díaz-Barriga, 2013:167)

Continuemos con el trabajo propuesto por Aguilar (2008:27), sobre el desarrollo de la recepción crítica mediática, el método plantea que “por medio del análisis de los códigos y fuentes culturales de un programa televisivo determinado, se identifiquen las intertextualidades presente en él” (pág. 167), la finalidad es desarrollar la competencia intertextual y la visión crítica de los niños, contando con elementos para fundamentar críticamente el consumo o su rechazo. Coincido con Díaz-Barriga en que es un ejemplo de la preocupación de un docente por desarrollar propuestas, pero me pregunto ¿cuántos docentes somos en el Estado? y solo un trabajo sobresalió.

Pasemos ahora a los ejes transversales en educación media superior.

Este apartado me llena de inquietud y curiosidad. Sorpresa¡ solo 3 documentos sobresalen: Espinosa (2005), Gómez, Sánchez y Nateras (2007) y SEP (2009), ésta última recupera el concepto de transversalidad del acuerdo 442, por el que se establece el Sistema Nacional de Bachillerato en un marco de diversidad, fechado el 26 de septiembre de 2008, donde se identifica una de las características de las competencias genéricas: son transversales, es decir, “relevantes a todas las disciplinas académicas, así como actividades extracurriculares y procesos escolares de apoyo a los estudiantes”, lo que supone que la RIEMS “toma las competencias como un eje transversal que permea el plan de estudios de este nivel educativo en todas sus modalidades” (Díaz-Barriga, 2013:168).

Espinosa (2005), describe que los ejes transversales, fue una estrategia que dimensionó el nuevo currículo del Bachillerato de la UAEM, reconociendo que “los ejes transversales adquieren importancia porque: ayudan a la relación y problematización entre las diferentes disciplinas; posibilitan el educar para la vida; recuperan el aspecto humano, la visión académica y las necesidades del estudiante…” (Díaz-Barriga, 2013:168).

La autora “describe que las asignaturas abordan en el proceso enseñanza aprendizaje uno o varios de los siguientes ejes transversales: educación en valores, ambiental, para la salud, sexual, para la paz, para la democracia y del consumidor” (Díaz-Barriga, 2013:168), temáticas muy parecidas a las ya mencionadas del nivel básico.

En el caso de Gómez, Sánchez y Nateras (2007), investigaron sobre las condiciones requeridas para que los docentes que laboran en la UAEM “participen en la inserción del eje transversal de educación ambiental en el currículo de bachillerato universitario 2003” (Díaz-Barriga, 2013:169), del resultado se obtuvieron las bases para desarrollar propuestas y alternativas que permitan la concreción en las aulas.

Los ejes transversales en la educación superior.

Díaz-Barriga reconoce que el periodo de estudio se tuvieron diferentes transformaciones e innovaciones, generándose modelos educativos innovadores, a los que integraron los referidos ejes transversales. En este estudio sobresalen algunas instituciones conocidas como la Benemérita Universidad de Puebla, la Autónoma de Nuevo León, la de Ciencias y Artes de Chiapas y la Autónoma de Guerrero, será que la palabra clave ¿radica en lo “autónomo”?.

En el caso de la Universidad de Puebla, incorporó los ejes transversales en el Modelo Educativo Minerva y los define como “el conjunto de características que distinguen a un modelo curricular cuyos contenidos y propósitos de aprendizaje van más allá de los espacios disciplinares y temáticos tradiciones para desarrollar nuevos espacios que en ocasiones cruzan el currículo en diferentes direcciones…” (Díaz-Barriga, 2013:169).

De las habilidades transversales considera que “son destrezas y capacidades que impactan cada etapa del desarrollo del estudiante y tienen niveles de logros diferentes en cada una de ellas” (pág. 170).

Los ejes transversales que la Universidad de Puebla retoma son 6: Formación Humana y Social, Desarrollo de Habilidades del Pensamiento Complejo, Desarrollo de Habilidades en el uso de las TICs, Lengua Extranjera, Educación para la Investigación y por último la Innovación y talento universitario.

Viajemos ahora a Nuevo León. En la Universidad divide a sus ejes rectores en: ejes estructuradores, operativo y transversales. Considera dos ejes transversales: La internacionalización y la innovación académica y éstos se desarrollan durante todo el currículo y son parte del proceso educativo integral. “Mediante el proceso de internacionalización, se integra la perspectiva internacional a un sistema universitario y la innovación académica sirve para la gestión de saberes en la universidad” (Díaz-Barriga, 2013:170).

En el caso de la Universidad de Chiapas, en su estructura curricular, como proyecto “ético-político de formación de sujetos en y para la acción, se considera bajo el principio de transversalidad, ejes que atraviesan todo el currículo, desde su historicidad, intencionalidad filosófica, proyecto de desarrollo social, núcleo de prácticas transformadoras y miradas de futuros posibles” (Díaz-Barriga, 2013:171).

Para la Universidad Autónoma de Guerrero (AUG,2004:45), la transversalidad “es un enfoque dirigido al mejoramiento de la calidad educativa y se refiere básicamente a una nueva manera de ver la realidad y vivir las relaciones sociales, desde una visión holística o de totalidad, que busca superar la fragmentación de las áreas de conocimiento, la aprehensión de valores y formación de actitudes, la expresión de sentimientos, maneras de entender el mundo y a las relaciones sociales en un contexto específico” (Díaz-Barriga, 2013:171).

Esta universidad clasifica a los ejes transversales de acuerdo con su correlación con los fines y propósitos del modelo educativo e identifica “eje heurístico que comprende el desarrollo de habilidades y capacidades para resolver problemas. El eje teórico-epistemológico que se sustenta en el estudio de la construcción, sistematización y formalización del conocimiento con la finalidad de presentarlo en su génesis histórica y científica; eje socio-axiológico, mediante el cual se busca que la formación de los profesionales esté centrada a su vez en la formación humana social y de valores. Eje profesional que propone enriquecer la vocación del estudiante mediante el fortalecimiento de habilidades y competencias en la perspectiva de una formación para el ejercicio eficiente y eficaz de una profesión determinada” (Díaz-Barriga, 2013:171).

Como temas transversales retoma: Derechos humanos, medio ambiente, genero, tecnología, medios de comunicación, multiculturalidad, disciplina escolar, diversidad, pluralidad, equidad, libertad y pobreza.

La UAG (2004:47), sostiene que las habilidades transversales “son destrezas y capacidades transversales que atraviesan desde la educación inicial hasta el último año de escolaridad, pero en cada etapa tiene niveles de logro diferentes” (Díaz-Barriga, 2013:172).
En otras investigaciones, se reconoce que los ejes transversales como parte de la innovación curricular están siendo trabajados como parte del proceso formativo de los estudiantes. (pág. 172).

El trabajo de Guillén y Cuevas (2010), versa sobre una propuesta educativa, cuya finalidad es concientizar, en su caso a las instituciones formadoras de enfermeras, sobre la importancia de incorporar los valores de manera transversal en el currículo de estas profesionales, planteando los temas transversales como contenidos que refieren a problemas actuales y donde deban tomarse decisiones para solucionarlos, por lo tanto su propuesta es que los estudiantes “cuenten con capacidad para adoptar actitudes y comportamientos basados en valores que los transforme en personas y profesionales que puedan afrontar las necesidades del nuevo siglo. Sostienen que el servicio, la serenidad, la experiencia, la sinceridad, la honestidad, la disciplina y el respeto son algunos de los valores transversales necesario que deben impregnar las acciones de los futuros profesionales para que puedan ejercer con valores” (Díaz-Barriga, 2013:72-73).

El trabajo de López, Bárcenas y Guajardo (2011), integra la experiencia con investigadores en la Universidad Iberoamericana de Puebla. “En el marco de la actualización de planes de estudio, este proyecto consiste en la formulación y fundamentación de una pregunta ética que orientará el sentido del currículo de cada uno de los programas de licenciatura. Esta pregunta ética será un elemento transversal orientador que se trabajará en cada una de las asignaturas” (Díaz-Barriga, 2013:173).

La investigación tiene varias etapas, iniciando con talleres por departamento, con una perspectiva humanista compleja y visión ética profesional.

El caso de Domínguez y Vélez (2009), trabajan con alumnos de la Facultad de pedagogía de la Universidad de Veracruz, reportando algunas técnicas de evaluación de los aprendizajes aplicadas a un curso-taller de diseño curricular, con sus lineamientos se diseñó el plan de estudios 2000. Los procesos de evaluación aplicados fueron sobre evaluación formativa y sumativa.

El propósito de los trabajos de Romero, Rebolledo y Ayala (2009), fue “identificar las relaciones entre las características de los estudiantes antes de ingresar a la Universidad Autónoma de Baja California Sur y durante su permanencia en ella, con el objeto de replantear la impartición de las asignaturas de los primeros semestres de matemáticas mediante competencias transversales que ayuden a disminuir problemas de reprobación, rezago estudiantil y deserción” (Díaz-Barriga, 2013:173).

Gómez (2011) presenta en su avance de investigación, su hipótesis después de revisar la modernidad y posmodernidad y sostiene “la necesidad de superar la actual racionalidad que ha conducido a esta globalización, por otra racional capaz de captar el dinamismo vivificante que lleve a integrar el desarrollo regional sustentable como un eje curricular transversal en la formación de profesionales en educación superior” (Díaz-Barriga, 2013:174).

Con estos referentes, se ejemplifica a las escuelas del nivel superior que han incorporado los ejes transversales a su curriculum, cuya instrumentación es general y globalizada, no delimita el campo de conocimiento, reconociéndose la diversidad e temas que pueden ser aplicados como ejes transversales.

Reflexiones y análisis en torno a los ejes transversales.

Menciona Díaz-Barriga, que hay otros trabajos que reflexionan sobre los ejes transversales desde diferentes referentes teóricos, epistemológicos o representan cuestionamientos y reflexiones en torno al tema. (Díaz-Barriga, 2013:174)

Como ejemplo se cita a Barbero (2003), Lugo (2007), Munévar y Villaseñor (2005), Díaz-Barriga, A. (2005b) y Flores (2009).

De Barbero, destaca la cuestión de ¿qué hablamos cuando nos referimos a la transversalidad o a las competencias transversales?. Entiende pues, a la transversalidad en un sentido “antropológico de hibridación de competencias que hibridan no sólo diferentes tipos de saber, sino también, diferentes lenguajes y racionalidad” (Díaz-Barriga, 2013:174), sosteniendo que ya no se puede seguir enseñando como si unos nacieran para ser poetas y otros científicos. La transversalidad no habla solo de transdiciplinariedad, sino entre ciencias, artes, técnicas, creencias, imaginarios y comportamientos.

Lugo, analiza dos innovaciones educativas: la flexibilidad curricular y ejes transversales. De los ejes transversales sostiene que “atienden a problemáticas relacionadas con todas las áreas de formación… son temas determinados por situaciones problemáticas que suelen atravesar el análisis de la sociedad desde una dimensión ética y desde una complejidad conceptual” (Díaz-Barriga, 2013:175).

Los ejes transversales tienen un carácter globalizante porque atraviesan, vinculan y conectan muchas disciplinas del currículo, lo cual significa que recorren asignaturas y temas que cumplen el objetivo de tener visión de conjunto” (Díaz-Barriga, 2013:175).
Múnevar y Villaseñor, “discuten el papel de los nuevos lenguajes en la creación, desarrollo y proliferación de ideas entre los miembros de cualquier grupo humano, especialmente entre los grupos sociales oprimidos” (Díaz-Barriga, 2013:176), su idea versa sobre el género y la igualdad.

El propio Díaz-Barriga, sostiene “que la formación en valores es un tema que ha reclamado la atención de los especialistas en educación en los últimos años. Ante un deterioro generalizado de múltiples comportamientos que se observan en todos los niveles de la sociedad: agresiones entre grupos étnicos, manifestación de inconformidad social, diversas formas de violencia real y simbólica… se ha cuestionado hasta dónde corresponde a la escuela y a los proyectos curriculares impulsar con mayor fuerza la formación en valores” (pág. 176).

Afirma que los temas transversales ofrecen dos soluciones a un debate: son temas en plural y la transversalidad puede ser definida desde el proyecto nacional, pero que requiere ser discutida en la escuela, en los consejos técnicos y los temas pueden ser aquellos que no se incluyen en alguna asignatura como educación en derechos humanos, democracia, educación ambiental, educación de género.

Flores, hace una investigación documental sobre la incorporación de los ejes transversales en el currículo, revisando artículos, revistas electrónicas de 7 países: España, Venezuela, Argentina, Brasil, México, Chile y República Dominicana, del periodo 1995 a 2008 y las temáticas que sobresalen en relación a los ejes transversales son tres: relevancia entre la propuesta curricular y los ejes transversales; el problema de la formación docente y los ejes transversales; y diversas aportaciones y reflexiones que se desarrollan en torno a la temática.

Análisis de las tendencias encontradas respecto a ejes transversales.

En éste análisis se ha identificado a los ejes transversales como un concepto vinculado a las innovaciones curriculares y están siendo incorporados a los diferentes niveles educativos con estrategias y perspectivas diferentes, pero compartiendo el objetivo de incrementar conocimientos, actitudes y valores de los estudiantes a la par de los contenidos curriculares (pág. 177).

De igual forma se han identificado algunas coincidencias en los artículos analizados (pág. 178):

·         Se vincula a los ejes transversales con destrezas y capacidades que impactan cada etapa de desarrollo del estudiante.

·    En el caso de la Universidad de Puebla, los vinculan al inicio del plan de estudios con la instrumentación de una asignatura, lo que significa que se debe tener conocimiento sobre el eje para poderse desarrollar con mayor profundidad.

·         Se relacionan con una función globalizada, holística y de totalidad en el currículo.

·         Son aplicables a todas las disciplinas y ayudan a la relación entre ellas.

·         Las universidades de Veracruz y Guerrero coinciden en proponer los ejes teórico, heurístico y axiológico para permear el currículo.

·         Se cuestiona y reflexiona sobre el tema.

De la diversidad de temas que aparecen, que se abordan desde esta estrategia se encuentra los ejes transversales centrados en el currículo y en el proceso educativo, del que se identifica la educación basada en competencias. Otro eje transversal es la educación centrada en el aprendizaje y la inter y transdisciplinariedad curricular. Un eje más, se centra en fomentar el desarrollo científico y tecnológico. Otros sugieren abordar temas sociales (democracia, medio ambiente y educación ambiental, educación para la paz, etc.) como eje transversal. Otro eje se centra en los actores educativos, con temas de valores, género y derechos humanos. (pág. 179).

No menos importante también son los temas como educación para la salud, educación sexual, igualdad en la ciudadanía, educación el consumidor, innovación y talento emprendedor, lenguas extranjeras, desarrollo de habilidades del pensamiento complejo, educación para la investigación, formación ciudadana e identidad universitaria, etc.

En nuestro país, los ejes transversales se están implementando en el curriculum para incrementar las competencias de los estudiantes y sensibilizarlos ante la diversidad de problemas.

Currículo, educación a distancia y tecnologías de la información y la comunicación.

Del análisis que hizo Díaz-Barriga y Lugo del estado del conocimiento del campo del currículo en el periodo 1992-2002, identificaron varios modelos en el desarrollo del currículo, destacando la incorporación de las TIC y la Educación a Distancia, con lo que se pretendía innovar el curriculum y la enseñanza.

El análisis sobre la producción documentada del periodo lo han dividido en 4 secciones, de la que solo menciono la primera que tiene que ver con las precisiones metodológicas, al que refiere Díaz-Barriga que se analizaron los trabajos existentes de la base de datos que generó el equipo de investigadores etiquetados como sub áreas de la TIC y educación a distancia y otros localizados en memorias de congresos nacionales como el COMIE o por la Sociedad Mexicana de computo educativo, privilegiándose los que su tema central era curriculum en combinación con las TIC o con educación a distancia y que además estuvieran en versión completa y rebasaran el plano de una clase o curso aislado.


Concluyo que el curriculum es un campo poco reflexionado por los docentes que educan, forman o preparan nuevas generaciones, las tareas cotidianas las llevamos a cabo sin plena conciencia de las implicaciones o necesidades, cuyo sentido común nos hace actuar frente a nuestros estudiantes y cuando se trata de analizar y comprender la realidad nos vemos conflictuados, sin elementos que justifiquen teóricamente las acciones que desarrollamos al interior de nuestras aulas de clase.

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